martes, 18 de abril de 2006

Viva el multilingüísmo

Aún sorprendidos por el repentino ataque de francofonía de nuestro president me encuentro con esta (en catalán) información referente a un estudio reciente llevado a cabo por la Universidad de Barcelona -concretamente por el Grup d’Estudis de lengües Amenaçades (¿?)- según el cual Catalunya sería multilingüe, ya que se han detectado la existencia de más de trescientas lenguas diferentes. Evidentemente no es que Catalunya, así, en bruto, tenga ahora la facultad de hablar, sino que se refiere a la presencia de propietarios de lenguas físicas que proceden de casi todos los países del mundo gracias a los procesos migratorios.
Como no podía ser de otra manera el estudio no es descriptivo, sino que se enmarca dentro de esa moda que hace de la multiculturalidad y el multilingüísmo un valor social añadido más que una realidad fáctica. Siempre he sospechado de esas visiones esencialistas de las lenguas que recalcan su valor simbólico como portadoras de cosmologías colectivas frente a su valor de uso como herramientas de comunicación de los individuos.
Pero, el hecho de que existan individuos que hablan en su propia lengua en un territorio, ¿convierte a un país en multilingüe? Si es así me temo que nuestros escolares deberán aumentar sus horas lectivas si queremos que el francés sea la segunda lengua de aprendizaje…seguida de otras 299 más. Me parece que detrás de esta interesada revalorización de lo cultural –una auténtica inflación- se esconde otra cosa, no muy diferente, por otra parte, a la maragallada de la francofonía: superar el bilingüismo real -es decir, la presencia del español- por elevación. Como dice la redactora del estudio, Carme Junyent: “mientras el bilingüismo lleva a la sustitución de una de las dos lenguas –el catalán por el castellano- el multilingüísmo refuerza el catalán: no hay jerarquización de las lenguas, ninguna es más importante y se garantiza la comunicación”. Maravillas del multilingüísmo: una de sus ventajas es “la llegada de nuevas palabras al léxico propio”, aunque cuando éstas provienen del español les llamemos despectivamente barbarismos. Así pues, y según esta estudiosa, si diferentes personas hablan diferentes lenguas en un mismo territorio lo más normal es que cada persona aprenda múltiples lenguas…y no que una se convierta en lengua franca de comunicación. Al fin y al cabo eso es lo que debería pasar en el mundo ¿no?, un territorio muy grande también, donde se hablan casi tantas lenguas como en Catalunya y que desgraciadamente se ha dejado seducir por la lengua del imperio para que chinos, alemanes y españoles se entiendan. Inevitable, en fin, que en el resto del mundo rija el cálculo económico de costes y beneficios; ley impura que, gracias a Dios, está lejos de gobernar la acción de los individuos catalanes. Antes la anarquía que la jerarquía…no vaya a ser que los inmigrantes calculen que quizás es socialmente más rentable aprender español que catalán. Así estamos de preocupados por ese amenazador 0’5 %. Con lo que nos ha costado educar a los andaluces ahora a comenzar de nuevo, ¡qué pereza!
En fin, como en Catalunya tenemos las espaldas anchas, y energías para eso y mucho más, no deberá sorprendernos la iniciativa de la Generalitat, que “se ha interesado por el fenómeno del multilingüísmo y ha avanzado que se creará una casa de las lenguas, con la finalidad de promover el estudio de las lenguas del mundo y su preservación”. De todas, sin excepción. Solidaridad internacional con las lenguas amenazadas… ¿o sutil enmascaramiento expansionista? Y es que me resisto a acabar sin reseñar la noticia que nos daba Vilaweb –órgano virtual del nacionalismo catalán- según la cual existiría una bella región llamada Montgomery County (Maryland) en el corazón del imperio yanki donde un 0'020% la población –a un tiro de piedra de la peligrosa cota del 0’5%- se define como catalanohablante. Ojalá la lengua sea portadora de cosmovisiones y podamos llevar un poco de seny catalán a ese triste país, sin oasi y lleno de individuos calculadores. Lo mejor, que la fuente de esa información sea la organitzación US English Inc., que reclama “la instauración del inglés como lengua oficial de los EE.UU” como “fuerza integradora de los numerosos grupos étnicos del país”. Y es que el diablo también tiene las espaldas muy anchas.